Los condroprotectores son una clase de medicamentos que se utilizan para prevenir o tratar la artritis. También se les conoce como medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINEs).
Los condroprotectores se utilizan para aliviar el dolor y la inflamación de las articulaciones. Alivian el dolor de artritis al reducir la inflamación de las articulaciones. También pueden ayudar a prevenir el daño a las articulaciones.
Hay muchos tipos diferentes de condroprotectores, que se dividen en tres categorías:
Los condroprotectores se venden en forma de tabletas, cápsulas, polvos, solución oral y crema tópica. También se pueden administrar por inyección o infusión. Algunos condroprotectores se pueden comprar sin receta médica, mientras que otros requieren una receta.
Los condroprotectores se usan para tratar afecciones como:
Los condroprotectores no curan la artritis, pero pueden aliviar el dolor y la inflamación. Alivian el dolor al bloquear la síntesis de prostaglandinas. Las prostaglandinas son sustancias químicas que se producen en respuesta a la inflamación. Bloquear la síntesis de prostaglandinas reduce la inflamación.
Los condroprotectores se absorben de diferentes maneras. Algunos se absorben en el estómago y llegan al intestino. Otros se absorben en el intestino y llegan al sistema sanguíneo. Algunos se absorben en el sistema sanguíneo y llegan al hígado. Otros se absorben en el hígado y llegan al sistema sanguíneo.
Los condroprotectores se eliminan del cuerpo de diferentes maneras. Algunos se eliminan en la orina. Otros se eliminan en la sangre y se excretan en la orina. Algunos se eliminan en la sangre y se excretan en las heces. Otros se eliminan en las heces.
Los condroprotectores pueden interactuar con otros medicamentos. Algunos medicamentos pueden aumentar el riesgo de efectos secundarios. Otros medicamentos pueden disminuir la eficacia de los condroprotectores. Algunos medicamentos pueden interactuar con los condroprotectores de diferentes maneras.
Los condroprotectores pueden causar efectos secundarios. Los efectos secundarios más comunes son:
Los condroprotectores también pueden causar efectos secundarios a largo plazo. Los efectos secundarios a largo plazo más comunes son:
Los condroprotectores no deben utilizarse durante el embarazo. Los condroprotectores pueden pasar a la sangre y al fluido amniótico. Los condroprotectores pueden causar daño fetal. Los condroprotectores también pueden causar complicaciones en el parto. Los condroprotectores también pueden aumentar el riesgo de aborto.
Los condroprotectores también pueden pasar a la leche materna. Los condroprotectores pueden causar daño al bebé. Los condroprotectores también pueden disminuir la producción de leche materna.
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