Los perros tienen un par de glándulas anales que se encuentran en la parte posterior de sus anos. Estas glándulas se llenan con una sustancia oleosa que sirve como una especie de perfume para el perro. La función de este perfume es marcar el territorio del perro y ayudar a los perros a reconocer a otros perros. Las glándulas anales también se conocen como glándulas de Mertz o glándulas de skene.
Las glándulas anales están conectadas al ano del perro por un pequeño conducto. Cuando el perro orina o defeca, la sustancia oleosa se expulsa a través de este conducto. A veces, el conducto se puede bloquear y la sustancia oleosa se acumula en las glándulas, lo que puede ser muy doloroso para el perro. Si esto sucede, es necesario llevar al perro al veterinario para que lo trate.
La forma más común de tratar las glándulas anales es mediante una cirugía. En la cirugía, se extirpan las glándulas y se sellan los conductos. Después de la cirugía, el perro no será capaz de marcar su territorio de la misma manera, pero no debería tener ningún problema para orinar o defecar.
En algunos casos, el veterinario puede recomendar un tratamiento en el hogar en lugar de la cirugía. El tratamiento en el hogar implica esencialmente lavar las glándulas anales del perro con una solución salina y luego aplicar una pomada esteroide. Este tratamiento puede aliviar el dolor y la inflamación, pero es posible que no sea efectivo para todos los perros.
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