¿Qué es la artrosis?
La artrosis es una enfermedad degenerativa que se caracteriza por la
destrucción del cartílago que recubre los extremos de los huesos en las articulaciones. Esto
provoca una fricción entre los huesos, lo que a su vez
genera dolor y limitación del movimiento. Aunque la artrosis es más común en personas mayores, también puede afectar a personas de cualquier edad, incluso a niños.
¿Cuáles son los síntomas de la artrosis?
Los síntomas de la artrosis pueden ser leves al principio, pero
empeoran con el tiempo. Los síntomas comunes de la artrosis incluyen:
- Dolor en la articulación, que puede empeorar con el movimiento o al final del día.
- Hinchazón de la articulación.
- Ruidos articulares, como chasquidos o crujidos.
- Rigidez en la articulación, especialmente por la mañana.
- Pérdida de movilidad en la articulación.
¿Cómo se diagnostica la artrosis?
El diagnóstico de la artrosis se realiza a través de una historia clínica y un examen físico. Durante el examen físico, el médico buscará signos de inflamación y dolor en las articulaciones. También se pueden realizar pruebas de imagen, como radiografías, tomografías computarizadas o resonancias magnéticas, para observar el daño en las articulaciones.
¿Cómo se trata la artrosis?
El tratamiento de la artrosis se centra en aliviar el dolor y la inflamación, mejorar la función de las articulaciones y prevenir el daño articular. El tratamiento puede incluir fármacos, terapia física, ejercicio, cambios en el estilo de vida y, en algunos casos, cirugía.
Fármacos
Los fármacos utilizados para tratar la artrosis incluyen:
- Analgésicos: para aliviar el dolor.
- Antiinflamatorios no esteroideos (AINE): para reducir la inflamación.
- Corticosteroides: para aliviar el dolor y la inflamación.
- Suplementos de ácido hialurónico: para lubricar las articulaciones.
Terapia física
La terapia física puede ayudar a aliviar el dolor y la inflamación, así como a mejorar la función de las articulaciones. Los ejercicios de terapia física pueden incluir estiramientos, ejercicios de fortalecimiento y ejercicios de movilidad.
Ejercicio
El ejercicio puede ayudar a aliviar el dolor, la inflamación y la rigidez, así como a mejorar la función de las articulaciones.
Los ejercicios de baja intensidad, como caminar, nadar o andar en bicicleta, son los mejores para las personas con artrosis.
Cambios en el estilo de vida
Los cambios en el estilo de vida pueden ayudar a aliviar el dolor y la inflamación, así como a mejorar la función de las articulaciones. Los cambios en el estilo de vida pueden incluir:
- Mantener un peso saludable: el exceso de peso puede empeorar el dolor y la inflamación.
- Evitar actividades que empeoren el dolor: las actividades que ponen demasiada presión sobre las articulaciones, como saltar, correr o levantar pesas, pueden empeorar el dolor.
- Hacer ejercicio de baja intensidad: el ejercicio puede ayudar a aliviar el dolor y la inflamación, así como a mejorar la función de las articulaciones.
- Usar calzado adecuado: el calzado con un buen soporte puede ayudar a aliviar el dolor y la inflamación.
- Aplicar calor o hielo: la aplicación de calor o hielo puede ayudar a aliviar el dolor y la inflamación.
Cirugía
En algunos casos, la artrosis puede empeorar tanto que
la cirugía se convierte en la única opción de tratamiento. La cirugía puede incluir la sustitución de articulaciones dañadas, como la rodilla o el hombro, o el fijado de huesos fracturados.